Llevo 17 años trabajando en la industria de los eventos especial. He visto y vivido en carne propia muchos momentos de Gloria. El concierto de salsa inaugural de “Choli”, San Juan Beauty Show del 2005 que no solo fue el evento inaugural del Centro de Convenciones, si no también fue el expo mas grande en pie cuadrado y publico que se había hecho en suelo boricua hasta aquel momento. Los Juegos Centro Americanos y del Caribe Mayagüez 2010, el primer concierto de JLO que fue en el Coliseo Roberto Clemente, el primer Puerto Rico Open (PGA Tour) en el 2008, y hasta la Regata 2000 que, aunque estaba en 9no grado y no podía trabajar, me fui con Papi todos los días a verlo trabajar y yo a vivir la adictiva adrenalina de un “backstage”. Pero también he vivido múltiples días grises como la tromba marina de Mayagüez 2010, la muerte en el “bungee jumping” en la desaparecida Ciudad Mecánica, la paralización de la industria luego de los huracanes George o María y hasta las recientes cancelaciones de eventos internacionales por los terremotos en el sur. Pero nada se compara con los que todos en la industria vivimos el jueves 12 de marzo del 2020.
Esa mañana se apagaron las luces y bajo el telón para una industria compuesta por talentos, suplidores, “venues”, auspiciadores, planificadores de eventos, el publico y hasta los medios del país. Jamás pensé que en tan solo 12 horas se cancelarían sobre 50 eventos sin haber advertencia de huracán o tormenta tropical y dejando perdidas millonarias. En Estados Unidos hasta el 10 de marzo se habían cancelado alrededor de 500 “trade shows” dejando perdidas estimadas en mas de $16.5 billones según UFI. Esta cifra solo contabiliza las perdidas en los “trade shows” aun falta por sumar las pedidas por las posposiciones o cancelación de conciertos como Ultra Music Festival o Coachella Valley Music and Art Festival, obras teatrales, circos, entre otros tipos de eventos. Seguramente esta cifra debe duplicarse en las próximas semanas cuando los planificadores de evento sigan trabajando sobre sus presupuestos. En Puerto Rico estas perdidas no han sido contabilizadas por un profesional de economía o finanzas.
Sin embargo, al hacer los cálculos de las perdidas de los eventos que debieron efectuarse este fin de semana pasado y fueron pospuestos, las perdidas pudieran alcanzar los $2,500,000.00- $3,000,000.00. Este calculo solo incluye costos de;
Publicidad perdida: Los gastos en tv, prensa, radio, exteriores o en redes sociales es un gasto que no se recupera si recalendarizas un evento.
Pagos de viajes y alojamiento de recursos o atracciones: Los eventos que eran este fin de semana ya habían hecho gastos de alojamiento y viaje. Incluso, con toda probabilidad ya los recursos se encontraban en la isla. Por consiguiente, son gasto que no son reembolsables porque el servicio esta consumido.
Horas perdidas en el proceso de planificación: Las “horas hombre” que un productor y su oficina invierto en un evento pospuesto o cancelado no se recuperan.
Impresos: Si el evento tenia impresos como pases vip, rotulación o programas que incluían fecha o itinerarios no se puede utilizar para una fecha futura y es material perdido.
Artista gráfico: El artista grafico ha estado mucho tiempo haciendo su trabajo. Usualmente termina su trabajo la semana del evento. En muy pocas ocasiones llega al día de evento porque para ese momento todo su trabajo debe estar finalizado y entregado. Al cambiar la fecha del evento hay que hacerles un cambio a todos los gráficos y esto significa nuevos pagos.
Gastos de montaje: Si el evento se pospuso estando ya montado hay que asumir los gastos del contrato. Si el evento se pospuso antes de ser montado no hay ningún cargo o costo de asumir y solo se notifica al suplidor el cambio de fecha.
Artistas o recursos: Pueden convertirse en perdida si no están disponibles para venir en una nueva fecha.
El resto de los gastos del presupuesto no se calculan como perdidas porque pueden ser pasados para la nueva fecha.
Estas perdidas no incluyen:
Perdidas de auspiciadores: Auspiciadores que hayan incurrido en gastos exclusivos para estos eventos como talentos, gráficos, alimentos o bebida, hospedaje, etc.
Perdidas de quiosqueros o concesionarios de alimentos y bebidas: Estos comerciantes ya tenían sus compras hechas, alimentos precocinados y en algunos casos hasta ya hechos. Ejemplo de esto son los exhibidores del Festival de la China que tenían hecho postres, dulces y otros alimentos basado en la china. Durante este fin de semana intentaron vender su mercancía en distintos puntos de la isla, pero quienes no lo lograron con toda posibilidad perderán sus creaciones.
Perdidas de los suplidores: cientos de compañía dejaron de hacer negocios en plena época alta de los eventos en el país. Estas perdidas pueden ascender a los $2,200,000.00 por estas dos semanas de cierre. Si la crisis continua por mas tiempo podría inclusive llevar a la extensión de alguna empresa como paso durante el huracán María el ultimo trimestre del 2017.
En varios medios han reportado que una señora en Italia asistió a la iglesia con el coronavirus y por ellos es responsable de haberle transmitido el virus a un promedio de 1,100 personas. Es por esta razón que tengo que estar de acuerdo con el cierre. Sin embargo, reconozco que el golpe y las perdidas a la industria son catastróficas y sin presentes. Terminando esta catástrofe nos toca limpiarnos el polvo de la cara y salir a comernos la calle. Hay que movernos de forma rápida y certera para reactivar una industria que mas allá de traer entretenimiento o educación al publico, genera negocios y es el sustento de miles de familias puertorriqueñas. No es el fin del mundo, solo nos toca ser creativos y trabajar aun mas duro.
PS. Si el gobierno federal activara un paquete de ayudas para la industria se le agradecería.
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